Este artículo fue publicado originalmente en Educ.ar el portal educativo nacional de Argentina
Google+ es una nueva propuesta social que integra todos los productos de Google, y hasta el momento podríamos decir que sin el ruido de Twitter, los distractores de Facebook ni la formalidad de Linkedin. Asimismo, esta nueva red social es una versión mejorada (o pretende serlo) de las redes que la preceden, ya que hace posible, al mismo tiempo, la comunicación pública y privada, social y profesional, simétrica y asimétrica. Y nos permite gestionar nuestros contactos de una forma eficiente y natural.
Para tener en cuenta
Google+ busca diferenciarse de las redes que le anteceden y, al mismo tiempo, aprovechar algunas de sus características: así, toma de Facebook la arquitectura informativa (actualización central y dos columnas con información), y de Twitter la dinámica de seguimiento donde la reciprocidad no es una condición.
Un punto interesante de Google+ es mantener la idea de su buscador: esto hace muy simple encontrar información dentro la red (que crecerá en la medida en que los usuarios generen contenido), operación que no es posible en Facebook.
Como maestros tenemos que ser muy cuidadosos con respecto a qué compartimos, sobre todo si tenemos a nuestros estudiantes como “amigos” en Facebook. Es claro que todos necesitamos mantener nuestra privacidad y no todo es para compartir con todos. En este sentido, Google+ nos permite organizar los contactos en círculos, de la misma forma en que lo hacemos en la vida real. De esta forma podemos interactuar con cada uno de la forma que nos parezca más conveniente.
La interfaz de usuario es completamente limpia, libre de publicidad (por el momento) y sin invitaciones a juegos o aplicaciones.
Piezas clave
Considero que son tres, a las que podemos sacarles el mayor provecho tanto para nuestro desarrollo profesional, organizando mejor nuestro PLE (Entorno Personal de Aprendizaje), como en nuestra labor como docentes. Veamos:
Los círculos
Nuestra vida comprende diversas facetas en las que desempeñamos diferentes roles. Por tanto, es lógico que en cada una de ellas tengamos una forma diferente de interacción. Piense en cómo organizaría sus contactos: ¿con qué personas comparte intereses específicos?, ¿quiénes suelen ser buenas fuentes información?, ¿con qué profesionales le gustaría contactarse?, ¿qué personalidades pueden ayudarle a mejorar su labor?
A cada círculo atribúyale una denominación: docentes, investigadores, periodistas, catedráticos, funcionarios, especialistas, escritores y, claro, también considere a sus amigos y familiares. De esta manera, cada vez que comparta algo podrá dirigir el contenido al círculo que usted seleccione. Además podrá ver las actualizaciones círculo por círculo y ordenarlos según sus prioridades. Esta forma de organización, al igual que las “listas” de Twitter, nos permite movernos entre una especie de mundos paralelos muy útil cuando se trata compartir y recibir información.
Por tener una arquitectura reticular, también podemos visitar los perfiles de nuestros contactos y ver quiénes están en sus círculos. Con seguridad, encontraremos a más de una persona a quien seguirle los pasos.
Del “me gusta” al “yo recomiendo”
Facebook ha hecho famosa la idea del “pulgar arriba” o “me gusta” como signo de aprobación en la red, aunque en muchos casos reemplaza a los comentarios (es más fácil hacer clic), y ha marcado una nueva forma de interacción.
El “+1” parte de la misma idea, pero con la ventaja de recopilar en un solo espacio todas aquellas veces que hemos hecho uso del botón +1 de Google mientras navegábamos. Es sabido que cuando realizamos una búsqueda en internet los resultados aparecen en orden de mayor a menor tráfico y no a su importancia o valor. Por esto es importante ser nosotros mismos los que señalemos qué es lo verdaderamente valioso y conocer qué es lo que recomiendan los demás.
Al hacer clic en el botón “+1” de una página, nota, artículo, recurso, video, presentación, etcétera, no solo estamos diciendo que nos gusta sino que al mismo tiempo la estamos recomendando y convirtiéndonos en filtros de opinión pública. Esto es muy importante dentro de una Web saturada de información.
Hangout o “quedadas”
Los chat con video no son una novedad: en Messenger y Facebook también podemos conversar en tiempo real. ¿Cuál es la diferencia entonces? La posibilidad de hacerlas grupales.
Las “quedadas” permiten conversar de manera simultánea hasta con 10 usuarios. La imagen del videochat va cambiando automáticamente según quién esté hablando. La idea es realizar citas previas y agregar a la conversación solo a los contactos seleccionados. A diferencia de otros chat, donde se nos ve “conectados”, acá solo saben que estamos charlando los que han sido invitados.
Para finalizar
¿Será posible diseñar iniciativas pedagógicas aprovechando las opciones de Google+? Los círculos, las recomendaciones, las “quedadas” y el buscador, ¿podrían servirnos de herramientas con nuestros estudiantes? En cuanto a los círculos, ¿podrán funcionar como equipos en un proyecto?
Pienso que cada red tiene sus ventajas y limitaciones, y que cualquiera sea el medio, lo verdaderamente importante es reconocer que el intercambio de ideas es saludable y que juntos podemos ser mejores.
Enlaces de interés:
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